sábado, 27 de diciembre de 2008

Un banquillo para Boston


El gran partido de la Navidad fue tan emocionante como deseabamos. Los Lakers algo más motivados por tener que jugar en casa, y por unos resultados levemente insatisfactorios para su potencial, y los Celtics muy serios y concentrados en intentar mantener su excelente tarjeta de visita. Hasta aquí lo esperado. La primera sorpresa vino con la alineación de Luke Walton como titular. En una temporada en la que sus minutos (10º) y presencias en el quinteto (8 de 28) han bajado drásticamente sorprende que salga de inicio contra el jugador que había despedazado a Lakers en las pasadas Finals. En aquel momento supuse que Phil había optado más por potenciar sus propias habilidades que por intentar anular las del contrario y me pareció un buen presagio para Lakers. Durante el partido Luke aportó un poco de todo, metió triples, cazó rechaces ofensivos y asistió muy inteligentemente. Con él en la pista el juego de los Lakers fue más fluido.


Por su parte Boston respondía aferrándose a su extraordinario quinteto. Muchos puntos a corta y media distancia de parte de Paul Pierce y Garnett compensaban el flojo partido de Ray Allen en el tiro, mientras que Rondo, con sus penetraciones y asistencias, sembraba el terror en la linea de guards angelinos. El guión se mantenía igualado hasta que llegó la hora de la rotación y aquí se empezó a romper el partido. Durante el 2º cuarto los suplentes de Boston tiraron 13 veces y solo anotaron una. Realmente una muy mala actuación de los hombres de banco. En cambio el banquillo de los Lakers salió enchufadísimo, dándole otro aire al equipo con su agresividad en defensa. Creo que fue un error mandar al banquillo a todos los jugadores importantes ya que los reservas pueden aprovechar mejor sus limitadas calidades cuando están en cancha uno o dos de los que realmente generan juego.


Durante la segunda mitad los Celtics recortaron diferencias e incluso vimos como los suplentes se reivindicaban un poco, por ejemplo con la buena defensa de anticipación de Tony Allen sobre Kobe o algún movimiento al poste del "gordo" Davis. Aun así Boston no pudo coger ventaja en ningún momento debido a que sus penetraciones se vieron algo coartados bajo tableros por la envergadura de Bynum y Gasol. Y es que la pareja intimida que da gusto y tapa más de un error en defensa. El resto es por todos conocido. Con empate a 81 y a falta de 3 minutos Pau Gasol decidió entrar con todo en el partido y sus 7 puntos y un tapón salvaje a Ray Allen certificaron la victoria Lakers y el fin de la racha celtica. Ahora bien, más allá del puntual resultado, hay motivos de preocupación para los Celtics? Yo creo que si. Boston ha demostrado ser el mejor quinteto de la NBA y el partido deja muchas buenas noticias tanto individual como colectivamente. Por ejemplo que Garnett sigue siendo capaz de hacer actuaciones estratosféricas (11-14) cuando hace falta y que Rondo cada vez dirige mejor, habiendo progresado en la comprensión de cuando correr y cuando parar. Más la gozosa sensación de tener en pantalla a un equipo en el que parece que todo el mundo sabe perfectamente lo que debe hacer. Entonces, por que hay motivos de preocupación?


Principalmente por el banquillo. Si bien la segunda vez que salieron en pleno los House, Tony Allen, Davis y Powe recuperaron lo perdido nos quedó a todos la sensación de que el fondo de armario Lakers es mucho más fuerte. Odom consiguió dos triples importantísimos cuando el balon más quemaba y no vimos a nadie del banquillo de Boston hacer nada semejante, más bien al revés. El partido de los verdes se empieza a marrar en el momento en que tu boxscore muestra que has tirado 22 triples y solo has metido 5. Eso equivale a un 22% de acierto y, francamente, es muy poco si deseas conquistar una plaza tan fuerte como la angelina. Uno no puede dejar de recordar que el año pasado Boston sacaba del banquillo a un señor como James Posey que este año acredita un 46% desde la distancia que tan fatal resultó para los Celtics. Viendo que ni Rondo ni Tony progresan en esa linea se antoja cada vez más necesario hacerse con un alero de banquillo que pueda defender eficientemente y meterlas desde fuera. Lo que hacía Posey vamos. Con eso y la adición de un nuevo interior veterano en la órbita de PJ. Brown (Patrick O'Bryant está missing) los Celtics estarían preparados para volver a asaltar el anillo. En caso contrario dudo mucho que un record de victorias vaya a ser suficiente ante el poderío de los banquillos de Lakers y Cavaliers. Veremos que hace Ainge.

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