martes, 27 de octubre de 2009

Tanto blanco es mal negocio bro (1ª parte)

¿Que coño está pasando en Indiana?


Me entretenía ayer mirando los rosters NBA cuando un dato curioso llamó mi atención: Los componentes de los Indiana Pacers. ¿Que tienen en común Travis Diener, Mike Dunleavy, Jeff Foster, Tyler Hansbrough, Josh McRoberts y Troy Murphy? Estáis en lo cierto hermanos, tienen en común que son todos blancos. Un total de seis sonrosaditos caucásicos en una plantilla de quince jugadores. Y eso teniendo en cuenta que el 90% de blancos no sabe jugar a baloncesto es muy significativo bro. Más aun cuando al menos un par de los blancos de Indiana (Murphy y Dunleavy) tienen un puesto seguro en el quinteto titular -si es que consiguen mantenerse lejos de la enfermería- y al menos otro par o tres suenan para visitar con frecuencia la pista desde el banquillo. La duda gira entorno a si es que a los Pacers les importa una mierda ganar o perder o si es que asistimos a una nueva incursión de la fuerzas del Klan en la NBA encarnadas una vez más en el presidente de los Pacers: Bird.

La basura Hoosiers


En los años '80 tuvimos que tragarnos una carroña fílmica llamada Hoosiers que estaba destinada a introducir en nuestras mentes infantiles la supuesta superioridad de la inteligencia blanca sobre el atleticismo negro. Cuenta la historia-milagro de como un pequeño instituto de Indiana ganó el campeonato estatal con un equipo formado por 7 paletos blancos y enanos, un entrenador déspota y un superjugador ario. El paralelismo estaba claro. El coach Norman Dale era en realidad el supremacista blanco y nazi disfrazado de entrenador Bobby Knight. La estrella ario-paleta Jimmy Chitwood un emulo de Larry Bird. Y finalmente el equipo del instituto Milan un trasunto del conjunto que suponía por aquel entonces la principal -y casi única- fuente de orgullo blanco en la liga: Los Boston Celtics.

Un paleto llamado Larry.


La otrora victoriosa franquicia de la ciudad de Boston languidecía en la mierda, lo mismo que la propia NBA, hasta la llegada de Larry. La NBA no podía competir con el tirón de las otras potentes ligas deportivas americanas, pero con el advenimiento del mesías de Indiana se encontró de pronto en posesión del material mediático perfecto: El combate entre Magic, el afro simpático que cae bien hasta a los propios blancos, y Larry "Paleto" Bird, que no era simpático pero al menos era blanco. Pese a este punto en común las diferencias entre ambos son legión. Magic revitalizó la carrera de Kareem, un grandísimo jugador (negro) perseguido durante años por la NBA al ser un jugador mediáticamente incomodo (1), y de paso revolucionó la misma esencia del juego con un estilo de contraataque a alta velocidad que acabamos bautizando como "Showtime". Por su parte Larry provocó la retirada de Dave Cowens (blanco) , el cual acabó harto de esa mierda a la que Larry llama carácter (2), y pasó a distinguirse por ser el jugador más zafio y maleducado de toda la la Liga. Negro, ríete tu del playground, porque "el Pajaro" podía cagarse en tu dulce mama, con la connivencia de árbitros y Liga, mientras que de cara a igualar la competición se permitía que paleto Larry tapase sus carencias en defensa (WTF! Que defensa?!) dando un uso extra a sus codos.

(To be continued...)

(1) Renunció a unos Juegos Olímpicos para denunciar el racismo imperante en la sociedad americana. Fue el grito del Black Power.

(2) Muchos otros compañeros llegaron a la misma conclusión pero no abandonaron la franquicia.

3 comentarios:

JR Sanchis dijo...

Nunca me planteé Hoosiers bajo ese prisma...Lo digo sin sonrojarme ahora: me gustó. La apuesta blanca en detrimento del black power será más evidente si Foster juega mucho más que Hibbert.

Mo Sweat dijo...

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja... al final no he podido evitar reírme con el post; ¡¡como te pasas con Larry Legend!!.

Aunque lo del mal carácter es cierto, lo que pasa es que con este tipo de megaestrellas, suele ocurrir que todas sus grandes virtudes deportivas disimulan o esconden lo demás.

Jordan también tenía un carácter despreciable y era muy dado a humillar a los jóvenes del equipo, además de ser muy vacilón y un auténtico rey del trash talkin' en las pistas...; pero claro, nadie quiere acordarse de eso, todo el mundo recuerda sus mates y sus buzzer beaters...

Magic sí era diferente, aun así tendría sus cosas de divo, ya que logró echar el entrenador de los Lakers tras varios y abiertos enfrentamientos personales.

Probablemente de todos estos grandes mitos, el que fue más humilde y probablemente mejor persona fue Julius Erving.

De Kareem no hablo, ya que tenía un carácter muy introvertido y su fuerte personalidad y convicciones sociales y políticas lo hacían muy distante a la sociedad de aquella época y Moses Malone era de un carácter extremadamente tímido e introvertido...

Saludos. A ver que nos depara la 2ª parte.

imaginauta dijo...

Bueno, esta entrada pretende ser una lectura en clave negra, así que no siempre vamos a ser objetivos y si muy subjetivos. De hecho le he cogido tanto gusto a esta óptica que no creo que sea el último en esta línea.