La Ecuación Childress

Comienza el curso 2008-09 y toda la atención estará puesta sobre el alumno más destacado de la promoción, el insigne Josh Childress. Cualidades físicas y técnicas a parte, la llegada de Josh ha sido vendida desde Europa como una victoria sobre la todopoderosa NBA de Stern. ¿Excesivo? Totalmente. Sin entrar en profundidad en el tema, creo que la NBA está lejos de sentirse amenazada por la perdida de los jugadores que este año han abandonado la liga. El ahorro al que las normas del convenio -responsable de las fugas- obliga colaborará a estabilizar la situación financiera de las franquicias, y eso amigos a Stern (y a los propietarios) bien les vale el sacrifico de algunos talentos.

En todo caso esta por ver de cuanto talento estamos hablando. Obviamente Josh Childress es un jugador con potencial para ser dominante en Euroliga, eso seguro. Se trata de un escolta-alero muy físico, de juego versátil y buen tamaño (2'03) para su puesto, al que quizás le falta algo de tiro de 3 consistente. Tras una irregular trayectoria con los Hawks, firmó una temporada 2007-08 bastante interesante con 11'8 puntos y 4'9 rebotes de promedio saliendo desde el banquillo. Sin lugar a dudas uno de los "6º hombres" más destacados del año. Por otra parte su campaña ha de ser enmarcada dentro de un conjunto que fue el 8º clasificado de la conferencia supuestamente más débil de la NBA y en el cual el jugador no tenía competencia de calidad en el banco. Childress no estuvo entre los 4 primeros anotadores o asistentes del equipo y solo figuraba en este cuadro de honor en la categoría de reboteador.

¿Han llegado jugadores con mejor curriculum a Europa? Indudablemente. Podríamos retrotraernos hasta los tiempos en que Bob McAdoo ponía Europa patas arriba con la Tracer de Milan o a los más recientes de Dominique Wilkins, pero los dos casos tienen el mismo debe. Ambos llegaron muy veteranos, con 35 años, cuando sus mejores temporadas ya habían pasado. Es el mismo caso de toda la pleyade de viejas glorias NBA que desfilaron (sobretodo) por Italia en los 80-90 buscando ganarse unos últimos dólares jugando una competición más cómoda que la americana. Childress en cambio está en la flor de su carrera, en ese sentido su caso no tiene parangón, pero esta tampoco es aquella Europa basquetbolísticamente subdesarrollada de los años 80. Va a tener que adaptarse a un nuevo tipo juego, algo que hablando de NBA/Euroliga es mucho más que un tópico, y a un nuevo rol, con más cuota de responsabilidad. Pero aun más clave veo que el club tenga claro que tipo de jugador han fichado y que no pongan luego el grito en el cielo porque el chico sea Childress. Un excelente jugador que va a necesitar, entre otras cosas, que su equipo corra. Por suerte para él además de talento va a tener un muy buen entrenador.